La noche había caído. Los vecinos del barrio José Félix Ribas se comenzaban a meter a sus casas, debían descansar para iniciar el próximo día. Ángelo José Vílchez Urdaneta, de 19 años, caminaba por la calle 59 de la referida barriada en el sector El Marite, parroquia Venancio Pulgar del municipio Maracaibo, con dirección a su vivienda. Unos presuntos delincuentes que se movilizaban en un vehículo Chevrolet, Malibu, azul, lo interceptaron.
Una fuente de la Policía científica, perteneciente a la investigación del caso, comentó que los gatilleros sacaron a relucir un arma de fuego. Le cantaron el robo, le pidieron todas sus pertenencias a la par que lo apuntaban para amenazarlo y hacerle cumplir la orden, de lo contrario lo matarían. Vílchez sacó de sus pantalones su cartera, con documentos personales y algo de efectivo para entregárselos a los maleantes.
Vecinos del sector, observaron desde sus ventanas cuando los ladrones, le pidieron al joven que les entregara el teléfono celular que escondía en sus pantalones, apenas lo sacó, se lo arrebataron de las manos, para luego accionar en tres oportunidades el arma de fuego con el que lo amenazaron, contra su humanidad. Al instante el infortunado cayó herido al suelo, por los agujeros de bala se desbordaba la sangre que manchaba su ropa.
En cuanto huyeron los maleantes, se acercaron los vecinos para ayudar al infortunado, avisaron a su madre y padrastro que se encontraban en su morada a dos cuadras del suceso. Al llegar lo llevaron al Hospital General del Sur donde murió a la medianoche. Era el menor de tres hermanos.
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